Las palabras justas












El salón estaba repleto. Periodistas, fotógrafos, noteros, camarógrafos, en fin, tantos colegas uruguayos nos desesperábamos por levantar la mano y rogábamos ser elegidos para poder hacerle alguna que otra pregunta a tan prestigioso invitado. Por suerte, fui uno de ellos.
-Buenos días, Franco Oberlin de La Noticia. En estos últimos meses el presidente Mujica ha recibido duras críticas por parte de un sector de la prensa, debido a diferentes sucesos, entre ellos la posible sanción de una Ley de Servicio de Comunicación Audiovisual. Me gustaría saber si conoce el hecho, y qué opinión le merece.
-Sinceramente no estoy del todo al tanto sobre el suceso. Lo que sí podría decirle es que desde hace algunos años, la prensa dominante  viene asumiendo en muchas naciones una función militante, y su rol principal pasa por organizar a la sociedad, ya sea desde la oposición o desde el poder.
El entrevistado continuó respondiendo mi pregunta y algunas más, pero mi cabeza se quedó en otro lado, dando vueltas y pensando en las palabras que había acabado de escuchar. No es raro que Ignacio Ramonet, reconocido periodista, doctor en semiología y director del diario Le Monde diplomatique Edición Española, aún sin saber bien los sucesos ocurridos, pueda haberme dado una respuesta justa sobre la situación de los medios en nuestro país.
Cuando desde el Gobierno se comenzó a hablar sobre la posibilidad de sancionar una ley que brinde ciertas certezas jurídicas y garantice mayor libertad de expresión, los medios opositores (y posiblementelos más afectados), no demoraron en expresar sus críticas de todas las maneras y modos posibles. “A algunos que históricamente se han considerado como propietarios  de un país les parece un escándalo que se lleve a cabo un programa político de redistribución y justicia social, por lo que tratan de encontrar cualquier tipo de argumentos que a veces no encuentran.” Algo así fueron las palabras, otra vez justas -recuerdo-, de este mismo personaje en otra entrevista, que le dan el marco teórico ideal a los hechos comentados.
Pero de igual manera, la función militante se da desde los dos sectores de poder. Así como los medios opositores defienden con uñas y dientes sus intereses económicos y políticos, el Gobierno de Mujica cuenta con una red de medios afines que, con las mismas uñas y dientes, protegen sus modos de hacer y pensar. En esta nueva disputa por la comunicación, solo resta ver quien consiga salir victorioso y logre implantar, al modo de ver del prestigioso periodista, su modo de organizar al pueblo charrúa. 


Por Franco Oberlin

Fuentes consultadas: